martes, 18 de enero de 2011

La familia Bueno: afectados por la política lingüística de Cataluña

El vía crucis de la familia Bueno

La Constitución avala a estos padres, pero el periplo legal es muy complicado. Nos los explica un padre, con una hija de seis años escolarizada en un colegio concertado de Barcelona, que no desfallece pese a que la Generalitat piensa seguir aplicando la Ley de Educación, que blinda la inmersión lingüística. En una clase de 50 alumnos, un grupo de padres solicitaron el pasado curso al centro una educación bilingüe para sus hijos. Expusieron esta petición al director de la escuela, y según su versión sus denuncias quedaron guardadas en un cajón. El responsable del centro se limitó a comentar a este diario que «cumplimos a rajatabla la política lingüística de la Generalitat».

Asimismo, pidieron al colegio, al menos, una atención individualizada hacia estos alumnos. Una vez fracasada la vía del centro escolar, el siguiente paso fue dirigirse la consejería de Educación.

La Generalitat respondió el 2 de febrero de 2009 a Severo Bueno, uno de los padres, que desestimaba la atención personalizada en castellano que pedía para su hija y que si la familia quería recibir los comunicados del centro en esta lengua debían pedirlo al propio colegio alegando que no era de titularidad pública.

El siguiente paso de Bueno fue interponer dos denuncias al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). La primera pidiendo una educación bilingüe, y la otra es por daños y prejuicios, por lo que solicitarán 5.000 euros por cada año que la educación no sea en ambos idiomas. Según Bueno, es lo que se debe hacer teniendo en cuenta que hasta ahora su hija no ha recibido la educación bilingüe solicitada.

Bueno es optimista tras las últimas sentencias del TS, ya que «son precisas y establecen la equiparación», dijo. No obstante, quiso hablar por el resto de padres que se encuentran en situación similar y señaló que «nos faltan miles de reclamaciones, la Generalitat no podría indemnizar a todos». Otro padre del mismo centro dijo a este diario que «soy muy escéptico y pesimista, más bien creo que no cambiará nada, aunque quizá si se toca el bolsillo del Govern….». Por el momento, la titular de Educación, Irene Rigau, apuesta por mantener el modelo educativo que impulsó Ernest Maragall la pasada Legislatura con la Ley de Educación, que CiU votó a favor.

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